Test para diagnóstico de COVID19 (coronavirus)
Cómo funcionan y para qué sirven los test de diagnóstico del coronavirus SARS-Cov2
Durante una infección vírica, el virus se multiplica activamente. Cuando comienza, el virus se puede detectar en muestras biológicas (frotis faríngeo o nasofaríngeo, aspirado traqueal o lavado broncoalveolar). Primero hay un período de latencia en el que todavía no es posible detectar la respuesta del sistema inmune, pero después de un tiempo, comienza la producción de anticuerpos. Primeramente, se producen anticuerpos del tipo IgM hasta alcanzar un máximo a los 7-10 días para, más tarde, casi desaparecer. Esta respuesta primaria es indicativa de una infección aguda. Posteriormente se producirá la respuesta inmune secundaria, más rápida, intensa y prolongada, donde se producirán anticuerpos de tipo IgG y durarán más tiempo en la sangre. Además, a nivel de las secreciones mucosas, como las respiratorias, juega un papel predominante la IgA.
La detección del virus puede ser de manera directa o indirecta. Para detectar la presencia del virus de manera directa tenemos dos opciones:
Detectar el genoma del virus (detección molecular)
Detectar las proteínas del virus (detección inmunológica/antigénica)
Para la detección del genoma del virus utilizamos la PCR (Reacción en cadena de la Polimerasa), mientras que para detectar proteínas (antígenos) del virus lo haremos con test inmunológicos.
Existe otra forma de detección, esta vez indirecta, que detecta los anticuerpos que produce nuestro sistema inmunitario como respuesta a la infección. Para esta detección se utilizan los test serológicos de detección indirecta del virus.
Detectar el genoma del virus (test PCR)
El genoma del coronavirus SARSCov2 es una molécula de ARN monocadena de unos 30 kilobases. Una vez tomada la muestra (el frotis nasofaríngeo o aspirado más profundo), lo primero que hay que hacer es extraer el genoma del virus. Como la PCR solo “funciona” con ADN, debemos convertir el ARN en ADN meditante una técnica denominada transcripción inversa o retro-transcripción (RT). Esto se consigue empleando una enzima que se denomina transcriptasa inversa o Retro Transcriptasa. Una vez tenemos el ADN copia (cDNA) obtenido de la secuencia de RNA del virus, procedemos a su amplificación mediante la Reacción de la Polimerasa en Cadena (PCR). De esta manera se consigue sintetizar millones de copias de un fragmento seleccionado del ADN, de forma que podamos “visualizarlo” o detectarlo mediante un sistema concreto (electroforesis en gel de agarosa o sistemas PCR en tiempo real). Los equipos de PCR a tiempo real permiten incluso cuantificar la muestra, indicándonos el número de copias del virus en un momento dado.
Por tanto, como el coronavirus es un virus RNA, necesitamos analizarlo en un sistema RT-PCR a tiempo real para saber si la persona está infectada y su carga vírica.
Detectar las proteínas del virus (test antigénico)
Otra forma de confirmar la presencia del virus es detectar sus proteínas o antígenos. Para ello se utilizan técnicas donde se utilizan anticuerpos específicos fijados sobre un soporte, que reaccionarán contra alguna proteína del virus. Normalmente serán proteínas que se encuentran en la superficie de la envoltura del virus. Si en la muestra del paciente hay partículas virales, éstas quedarán unidas al anticuerpo, y por tanto al soporte. A continuación, se añade un segundo anticuerpo marcado con alguna molécula que indique que la reacción ha ocurrido. Si la reacción es positiva, demuestra que había proteínas del virus, es decir que la persona estaba infectada.
Este tipo de test basado en la detección de moléculas es muy habitual en diagnóstico clínico. Su fundamento es el mismo que las tradicionales pruebas de detección de drogas o los test de embarazo. Como ventaja hay que indicar que son mucho más rápidos, y según el tipo de soporte, se pueden realizar en unos pocos minutos. No necesitan un equipamiento especifico ni un personal técnico altamente cualificado. Son más baratos. La desventaja es que son mucho menos específicos y sensibles que la RT-PCR.
Detectar anticuerpos frente al virus (test serológico)
La tercera aproximación consiste en detectar la respuesta inmune frente al virus, los anticuerpos. Es una detección indirecta, ya que no detectamos el virus, sino que ponemos de manifiesto la respuesta inmune frente a él. En este caso la muestra que vamos a emplear es una gota de sangre, porque vamos a detectar los anticuerpos que ha generado el sistema inmune contra el virus.
De nuevo, hay distintas técnicas o soportes sobre los que hacer este tipo de test, pero más o menos todos tienen el mismo fundamento. En este caso, sobre el soporte se fijan proteínas del virus, normalmente las proteínas más expuestas hacia el exterior, como las de la envoltura. Como con este test queremos detectar los anticuerpos que producimos, la muestra será una simple gota de sangre. Si en la muestra hay anticuerpos contra el virus, se pegarán y quedarán fijados a las proteínas del virus, ya que los anticuerpos reconocerán estas proteínas. A continuación, se añade un segundo anticuerpo marcado contra el anticuerpo humano.
Si la reacción es positiva, demuestra que había anticuerpos contra el virus, es decir, que la persona en algún momento ha estado en contacto con el virus y su sistema inmune ha reaccionado produciendo anticuerpos. Esto no implica necesariamente que esté infectado, quizá se ha curado, o simplemente ha estado en contacto con el virus y no ha tenido síntomas.
Este tipo de test también tienen la ventaja de que son mucho más rápidos que la PCR, y según el tipo de soporte, se pueden realizar en menos de pocos minutos. No necesitan un equipamiento especifico ni un personal técnico altamente cualificado. Son más baratos. La desventaja es que son mucho menos específicos que la RT-PCR. Otra importante desventaja de este tipo de test es que nuestro organismo necesita varios días para producir anticuerpos detectables, por tanto, una persona infectada, durante los primeros días, puede no dar positivo en este tipo de test.
Algunos test de anticuerpos pueden distinguir el tipo de inmunoglobulina: si es IgM, indicativo de una infección reciente, o IgG, indicativo de una respuesta secundaria, y por tanto, más prolongada.
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